Sale el sol y por fin saco mi bicicleta.
Descubro el placer de recorrer los senderos destinados para las bicis y los peatones que inundan ésta Suiza. Y la región adonde vivo, el Seeland, los tiene para todas las direcciones, una tela de arañas vista desde la guía-vélo de Google Maps que consulto antes de armar gira. Orillas de los ríos, del Lago, caminos rurales, también dentro de la ciudad cortando caminos. Descubrir los paisajes y detalles de éstos con el sol encima, vientecito en la frente, cámara en el bolso, pedalear y pedalear y salirme de la ruta para perderme un momento es mi nuevo gran placer. La perdida no dura mucho, aquí cada mínimo desvío esta señalizado … demasiado perfecto para los aficionados, talvez, una belleza para mi, me da la seguridad que necesito para ir desbravando!
En éstos días estaré compartiendo a través del Blog detalles visuales de éstas pequeñas aventuras casi diarias.
