Stealing Dreams, photo by Iara Vega Linhares©
Hay madrugadas, pasada una jornada fotográfica o sesión de retrato, en que me despierto con la sensación de haberle usurpado “algo a alguien”. Ya sea un sueño, una angustia, un miedo … si de una felicidad se trata, no le he robado nada a nadie, mas bien compartido!
La cámara, para quienes hacemos fotografía arte y documental, y no moda, puede hacerte trampas como la de cortar el vínculo que se ha llegado a crear entre el fotógrafo y el sujeto a ser fotografiado. Una astucia es, y a veces funciona, en ir desmantelando inseguridades, amenizar la situación. Tratar de llegar a un climax. Donde el aparato en mano pase casi inadvertido.
Punto negativo e infeliz: NADITA logra aplacar el insoportable y escandaloso CLICK de las cámaras reflex-digitales que tratan de copiar los sutiles ‘clickitos’ de sus respetables abuelas analogas. Y ese CLIIIICK es capaz de “romper” en un segundo el mas hermosos momentos de intimidad de un retrato.
La segunda astucia sería la de lograr entrar en tal armonia con el sujeto en cuestión que este logre casi teletransportarse a tus sueños … y ahí es donde la magia es posible … con o sin CLICK.
Enfin, fácil sería hacer arte sin no hubiesen esos retos, trabas y conflictos a resolver en el camino y que nos hacen ser además medio malabaristas. Ah, que vivan los miedos, angustias y clicks!
Buenos días, tardes y noches a todos!
Iara Vega Linhares (en una mañana de otoño suizo)